pequeños talleres que podía ser un portalón o
estar en los bajos de cualquier casa antigua,
podían estar en callejuelas del centro de la
ciudad o en barrios pegados como el Albaizín,
el Zaidín y siempre estaban muy cerca de
donde vivíamos, por lo tanto la relación era
cotidiana y aveces estrecha por que quien no
tenía un amigo o familiar trabajando en esos
tallercitos y que la mayoría eran de gente
artesana, maestros que trabajaban los
ciudad o en barrios pegados como el Albaizín,
el Zaidín y siempre estaban muy cerca de
donde vivíamos, por lo tanto la relación era
cotidiana y aveces estrecha por que quien no
tenía un amigo o familiar trabajando en esos
tallercitos y que la mayoría eran de gente
artesana, maestros que trabajaban los
materiales con la conciencia total de años
trabajando esa materia con herramientas
básicas que a partir de estas se fabricaban
otras variantes, llegue a conocer incluso a
básicas que a partir de estas se fabricaban
otras variantes, llegue a conocer incluso a
los últimos hojalateros que con su taller
acuestas arreglaban ollas y sartenes y
hasta te fabricaban raseras para los
braseros, candiles de aceite y si le sobraba
una tirilla de chapa te hacia una palomita.
acuestas arreglaban ollas y sartenes y
hasta te fabricaban raseras para los
braseros, candiles de aceite y si le sobraba
una tirilla de chapa te hacia una palomita.
La mayoría por no decir todos, eran maestros
sin estudios y lo que sabían lo aprendieron
desde que entraron en un taller de aprendiz,
claro eran otros tiempos.
desde que entraron en un taller de aprendiz,
claro eran otros tiempos.